
El poeta no miente
ni puede callarse,
tiene un don sublime
que lo hace expresarse.
A él le es prohibido
hasta calcular.
El poeta escribe
porque es su andar.
Cuando habla el poeta
habla la verdad,
expresa dolores
dibuja bondad,
porque él, en sus líneas
marca su destino.
Si calla el poeta
pierde su camino.
Cuando habla el poeta
tiemblan los tiranos,
porque él con sus himnos
le amarra las manos.
La misión que el mundo
le entregó al poeta
es gritar verdades
como única meta.
Desde esta ventana
te delataré
y ante todo engaño
te descubriré.
Cuidate de mí pues tengo un poder:
gritar las verdades, desnudar maldades.
Autor: Ricardo Picó Mora
Con Registro en la Oficina de la propiedad intelectual.