Tu cuerpo ya desnudo alumbra mi existir,
tus ojos son dos corazones que me miran.
Tus labios son las rosas del vivir,
tu boca es el jardín en que respiran.
Tu risa es el eco de la vida
y siguiendo tu sonrisa carmesí,
estoy seguro que el dolor toma el camino,
anestesiando con su huida mi destino.
Tu rostro de mujer, cual ninfa hermosa,
me deja con mil ganas de seguir.
Sembrando en mi consciencia una cosa:
¡Qué si estás tú, jamas puedo morir!
Autor Ricardo Picó Mora
Que hermoso como todo lo que escribes muchas bendiciones y besos ..............
ResponderEliminarMaritza
Me gustó, gracias por ponerlo en el blog...
ResponderEliminarGracias Maritza y un gran abrazo amiga
ResponderEliminarA mi amig@ anonim@ gracias también por leer estos mis versos.
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