domingo, 1 de agosto de 2010

LOS VERSOS DE LA SEMANA: Aprendiendo a Amar


El último dolor que me causaste
fue aquella noche triste,
cuando las dudas se fueron de mí.

Que no te amaba me di cuenta,
que no me amabas entendí.

Ese amor inmenso
que me hizo lastimarte un día,
se había ido.

Ese amor inmenso
que te hizo lastimarme a mí
ya no estaba en ti,
también lo comprendí.

¿Por qué nos hicimos daño?
Si en aquel tiempo ambos nos amábamos.

Qué extraña paradoja del destino:
que amándonos entonces nos lastimamos,
y justo ahora, que ese amor no existe
intentamos ser amigos.

¡Y mira tú! con lo mucho
que hay que amar
para hacer amigos
verdaderos.

Hoy que no te amo,
te deseo lo mejor,
ayer cuando te amaba,
de mi mano recibiste lo peor.

Tú hoy que no me amas
deseas que me vaya bien y
ayer cuando me amabas
gritabas enfurecida que
ojalá me arrollara un tren.

Hoy sé que yo sí te amé,
aunque te lastimé,
porque cuando yo te amaba
nuestra cama era pequeña ,
para tanto amor que yo te daba.

Hoy sé que tú sí me amabas
porque en esa misma cama
cuando a mí te entregabas
al besarme parecía que
en mi piel te penetrabas.

Hoy sé que ya no te amo
porque ese deseo que ayer nos inundaba,
lo siento en mí ya ausente.

Hoy sé que no me amas,
porque cuando tú te marchas ,
después del beso de amigos que nos damos,
no miras para atrás, no queda nada.

Hoy sé que no nos amamos
porque el frío cariño que hoy nos damos al
decirnos mutuamente: que te vaya bien,
es solo un deseo sincero sí,
pero sin magia alguna
de cuando éramos amantes
y nos creíamos dueños
tú de mí, y yo de ti.

¡Qué triste historia escribimos tú y yo,
dos buenos amigos hoy!.

Que compartimos sueños
con almas nuevas,
con recién llegados a quienes
por poco que amemos,
intentamos hacer felices,
solo querer, solo aceptar,
en silencio llorar,
no reclamar para
ya no lastimar.

Paradoja del destino nuevamente
en nuestras vidas,
por el maldito miedo
a quedarnos solos.
La última pregunta es mía:

¿Por qué nos lastimamos en el pasado,

si tanto nos amábamos?


Autor: Ricardo Picó Mora


Con registro en la Oficina de la Propiedad Intelectual





2 comentarios:

  1. Precioso ppoema, y cruda realidad. Me ha encantado y me ha recordado mucho a uno de mis micro-relatos. Creo que el protagonista de tu poema se dio cuanta de lo poque que se querían en una eterna espera para tomar café

    http://kultur-huset.blogspot.com/2010/06/medir-lo-inmedible.html

    ResponderEliminar
  2. Hola Juanjo muchas gracias por Visitar mi Andamio
    es un gusto para mí saber que sigues mis letras.

    Un abrazo amigo

    ResponderEliminar

Gracias por tus comentarios en breve te responderé personalmente
Saludos

Ricardo